Llega el ansiado y temido momento de plantearse una reforma y son muchas las cosas a tener en cuenta y muchas variables a estudiar pero, sin duda, decidir qué tipo de suelo poner en la reforma de tu casa puede suponer toda una odisea, ya que el suelo perfecto para el interior de la casa no solo dependerá de gustos personales, sino también de otros aspectos como el área donde se instalará, el estilo de decoración y el presupuesto, entre otros.
Resistencia al tránsito y la humedad, durabilidad, fácil de limpiar y decorativo. Son algunas de las características deseables en el suelo de nuestra casa. La inversión de material y el proceso de instalación son factores que juegan un papel importante en la elección. La gama de materiales es variada y la decisión de elegir entre uno u otro no siempre resulta fácil.
¿Qué tipo de suelo pongo?
Esta es la típica pregunta que nos hacen muchos de nuestros clientes cuando nos contratan para la reforma de su casa. Para ayudar a responder esta pregunta me gusta explicar qué tipos de materiales hay disponibles en el mercado. Conocer las características de cada uno permitirá tomar una mejor decisión al respecto.
Estos son los tipos de suelos que puedes encontrar:
- Piedras naturales
- Baldosas
- Microcemento
- Madera natural. Parquet y tarima maciza
- Tarima flotante laminada
- Suelo vinílico
- Suelo de hormigón
- Moqueta
1. Piedras naturales
Es siempre una opción acertada, no sólo por la gran variedad de materiales y acabados, sino por su durabilidad, resistencia, versatilidad y gran belleza. Entran en la clasificación de “suelos de larga duración”, lo cual es una ventaja inmensa cuando buscamos hacer una inversión duradera. Se utiliza tanto para interiores como para exteriores y existen gran variedad de materiales y acabados con lo que las posibilidades son inmensas. De hecho es un material ideal para estos entornos, mucho más que otras superficies, debido a su excelente comportamiento en ambientes húmedos.
Entre las piedras naturales podemos encontrar los siguientes tipos:
Suelos de pizarra: Se trata de una piedra dura, compacta y de colores oscuros (del verde al gris y negro oscuro) de aspecto opaco y mate. Ofrece mucha resistencia e impermeabilidad. Es un excelente aislante tanto del agua como del frío, y es muy resistente a los cambios de temperatura. Lo podemos encontrar con acabado liso o rugoso, en formato pequeño y grande, y en una amplia gama de colores. Los suelos de pizarra son perfectos para cocinas, baños o exteriores.
Suelos de mármol: Su belleza es indiscutible y la calidad acompaña. A pesar de ser uno de los materiales más caros para un suelo de piedra natural, es también uno de los más duraderos. Se utiliza tanto para suelos como para la paredes y el revestimiento de encimeras, lavabos o elementos decorativos. Hay una gama muy amplia de colores dependiendo el tipo de mármol y de las canteras. Por eso las opciones de decoración son inmensas.
Suelos de caliza: De tonalidades claras, cremas, beige y crudos. Este material se forma por la consolidación de conchas marinas. Suelen ser porosos y presentan una elevada resistencia a la erosión. Tanto las calizas como las areniscas son piedras muy apreciadas por los arquitectos. En general, se valoran mucho sus propiedades antideslizantes y su resistencia térmica.
Suelos de areniscas: Los suelos de areniscas son suelos resistentes a la corrosión, al desgaste y a la erosión y tienen un aspecto mate muy elegante. Entre todas las areniscas destaca la arenisca Teka (tiene vetas marrones y ofrece una apariencia de madera muy moderna) y los suelos de cuarzo puro (resistentes al fuego y perfectos para revestir zonas cercanas a la chimenea).
2. Baldosas
Son un tipo de suelo muy popular que abarca las cerámicas o gres, porcelanatos y baldosas de barro. Los precios son muy variables. La durabilidad y recomendaciones de utilización dependerán entre unos y otros.
Suelos de cerámica o gres: Podemos encontrar dos tipos: cerámica de pasta blanca o de pasta roja. La cerámica de pasta roja suele ser más económica en el mercado, y está compuesta por un acabado de esmalte con arcilla, lo que aporta a su superficie una capa de brillo, dureza, color, y alta resistencia. Y aunque su superficie es más bien pulida, son resistentes, no se rayan ni sufren rasgaduras además de poseer características antideslizantes. El único inconveniente es que si sufren un gran golpe puede fraccionarse la capa externa de la superficie y puede salir a relucir la capa interna roja de arcilla a parte de notarse la rotura.
Suelos porcelánicos: Son empleados en cualquier espacio de la casa, porque además de existir una amplia gama en el mercado son muy prácticos en cuanto a aislamiento, y por lo general suelen quedar muy bien instalados. Es ideal para zonas del hogar en las que se requiera unas especificaciones técnicas concretas en cuanto a dureza, alta resistencia, baja porosidad y mínima absorción agua unido a unos excelentes resultados estéticos. Es buena opción para cocinas, baños, grandes superficies, edificios industriales, exteriores, etc. Su gran demanda va unida a la fiel imitación de otros materiales más caros como la piedra natural o el mármol.
Suelos de baldosa de barro: Son la opción perfecta para zonas exteriores: terrazas exteriores, porches y jardines, ya que proporcionan un ambiente muy mediterráneo a la casa. De fabricación totalmente artesanal, tienen la misma composición que el gres convencional pero cocido a bajas temperaturas y secado al aire libre. Según el tipo de arcilla que se emplee su fabricación, su color será uno u otro. Puede ser más rojizo, más dorado o pajizo, más marrón, más claro o más oscuro, etc. Muy utilizados en decoraciones rústicas por su aspecto no uniforme y colores terrosos.
3. Microcemento
El microcemento es un producto, obtenido a partir del cemento, consistente en una mezcla de resinas poliméricas, áridos de grano muy pequeño y elementos cementosos, que puede utilizarse para revestir paredes o suelos. Se aplica de forma continua y en diversas capas generalmente de 2-4 milímetros. Proporciona una superficie muy resistente, no solo a golpes y arañazos, también a la humedad o el calor. Aunque principalmente se usa en suelos y paredes también puede utilizarse sobre otro tipo de superficies, por ejemplo para fabricar una encimera, un lavabo o una bañera. Ofrece múltiples características que hacen de este material un candidato idóneo como opción en la decoración. Ofrece gran resistencia, existe en el mercado una amplia gama de colores, no necesitan juntas de dilatación por lo que se pueden aplicar de forma continua sobre grandes superficies ofreciendo. Tiene un gran adherencia, lo que permite ser utilizado sobre muy diversas superficies. Es un material ideal para baños y cocinas, mucho más que otras superficies, debido a su excelente comportamiento en ambientes húmedos.
En el próximo post hablaremos de los suelos de madera, sintéticos, moquetas y mucho más.
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