Muchos propietarios opinan que si ponen su casa a la venta con varias agencias a la vez tendrán mejores y más rápidos resultados. Parece lógico pensar de esta manera pero…. ¿qué sucede en la realidad?

¿Te has planteado alguna vez cómo se sienten los consultores inmobiliarios trabajando de esta manera y qué implicaciones tiene en su forma de trabajar?

Ventajas e inconvenientes de los contratos con exclusiva y sin exclusiva

Si una agencia me ofrece firmar un encargo de venta CON EXCLUSIVA o SIN EXCLUSIVA, ¿qué opción me conviene más?

Antes de profundizar en todas estas cuestiones, vamos a entender en primer lugar cómo trabaja una agencia inmobiliaria:

1. Trabaja por adelantado, sin cobrar nada hasta el final.
2. Asume todos los gastos necesarios para la realización del trabajo (fotografías de la casa, plano, anuncio, carteles, publicidad, materiales, etc.).
3. No tiene la seguridad de que la persona que le ha encargado el trabajo le vaya a pagar porque sólo cobra sus honorarios si consigue vender la casa (independientemente de quién haya establecido el precio y las condiciones de venta).
4. A veces, además, la persona que le ha hecho el encargo está intentando realizar el trabajo por sí misma o incluso le ha hecho el mismo encargo a varias empresas más, por lo que su tasa de éxito se ve reducida considerablemente, al margen de que haga o no un buen trabajo.

¿Qué se entiende por un contrato con exclusiva y sin exclusiva?

En un contrato CON EXCLUSIVIDAD el propietario o vendedor le encarga a una agencia la comercialización de su vivienda y se compromete a no comercializarla por si mismo ni mediante otros intermediarios.

En un contrato SIN EXCLUSIVIDAD el propietario o vendedor le encarga a una agencia la comercialización de su vivienda y se reserva el derecho de poder comercializarla por si mismo o mediante otros intermediarios paralelamente.

A continuación, vamos a analizar estas dos modalidades:

Pros y contras de los encargos CON EXCLUSIVA y SIN EXCLUSIVA

En Espaciodoble apostamos por una forma de trabajar donde haya confianza, profesionalidad y transparencia.

Estas condiciones son muy difíciles de cumplir cuando un propietario nos plantea un encargo de venta sin exclusividad. Por eso, apostamos por la exclusividad, no como una forma de “atar” al propietario, sino entendida como la manera de poder desempeñar nuestro trabajo con la máxima dedicación y así obtener los mejores resultados para nuestros clientes.

Coméntanos, ¿qué opinas al respecto y cuál sería la decisión más adecuada para ti?

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