¿Estás pensando reformar tu casa pero tienes la sensación de que será un mal trago y que te traerá muchos problemas?
No pierdas la ilusión. Aquí te ofrecemos una serie de consejos para evitar sorpresas y disgustos. Si sigues estas recomendaciones, la obra saldrá de maravilla.
Errores a evitar en la reforma de una vivienda
Tener definido un proyecto con materiales y acabados antes de empezar
Para que la obra siga su curso y no haya paradas ni retrasos en la entrega, es importante que antes de empezar tengas claro la nueva distribución de la casa y hayas elegido los acabados (azulejos, suelos, grifos, sanitarios, puertas, electrodomésticos, etc.).
Hacer cambios significativos de distribución y acabados durante la obra puede suponer un sobrecoste y dilatar los tiempos de ejecución considerablemente. Además, te generará mucha preocupación y un gran estrés tener que tomar decisiones apresuradas por no haberlo pensado con antelación.
Asegúrate de contar con los permisos y licencias necesarios
Lo primero que debes hacer antes de comenzar una obra es asegurarte de que tienes los permisos y licencias necesarios.
Si no tienes claro qué licencias necesitas para tu reforma consulta nuestro artículo: ¿NECESITO LICENCIA PARA HACER UNA REFORMA?, y saldrás de dudas.
Nunca empieces una reforma si no tienes antes un presupuesto cerrado
Es un error muy común empezar las obras sin haber cerrado antes el presupuesto con la empresa que te va a hacer la reforma.
Esto, que a priori puede parecer algo sin importancia, durante la obra te puede generar muchos problemas. Es muy recomendable revisar el presupuesto partida por partida antes de empezar y comprobar que se han incluido todos los trabajos y materiales necesarios para su completa ejecución.
Esto te evitará sobrecostes que pueden incrementar tu presupuesto inicial y dejarte con un agujero en tu cuenta bancaria y un gran disgusto.
Reserva un remanente para imprevistos
Aunque tengamos un presupuesto cerrado siempre es aconsejable contar con un remanente para los imprevistos que puedan surgir durante la obra (que provoquemos grietas en la casa de un vecino y haya que reparárselas, que nos encontremos con que la bajante del inodoro está en mal estado y tengamos que sustituir, etc.).
Tener ese pequeño colchón nos dará tranquilidad y nos permitirá abordar esos pequeños imprevistos sin dificultad.
Firma siempre un contrato con la constructora
Junto con el presupuesto de los trabajos acordados, es muy importante firmar un contrato con la empresa constructora donde se reflejen los siguientes puntos:
- Objeto del encargo y funciones a desempeñar por la constructora.
- La duración de las obras.
- Honorarios y forma de pago.
- Responsabilidad y garantías.
Asegúrate de que la empresa que realiza la reforma de tu casa tiene seguro de responsabilidad civil
Además de tener todos los papeles en regla y a todos sus trabajadores dados de alta, comprueba que la empresa tiene un seguro de responsabilidad civil.
Si las obras se hacen bien no debería ocurrir nada extraordinario pero es mejor prevenir que luego lamentar. Una toma de agua mal cerrada o una conexión eléctrica sin proteger durante la obra podrían ocasionar daños graves en tu vivienda o en la de algún vecino.
La responsabilidad es del propietario, por lo que si no tienes un seguro de hogar que cubra estos daños durante una reforma, podrás reclamárselo a la empresa que te esté haciendo la reforma.
Acuerda una fecha de finalización
Dentro del contrato que firmes con la empresa que te haga la reforma, hay que definir una fecha concreta de fin de obra que te permita planificarte (dejar el piso donde estés, hacer mudanza, compra de muebles, etc.).
En caso de no cumplirse este plazo, podrás exigir una penalización salvo causa mayor.
No te olvides de tus vecinos
Todos en algún momento de nuestra vida hemos “sufrido” la reforma de un vecino. Y precisamente por ello, no está de más avisar con antelación a tus vecinos de que vas a realizar una reforma.
Cumple los horarios de trabajo y las horas de descanso y asegúrate de que los operarios protejan las zonas de paso comunes (portal, escaleras y ascensores) y mantengan los espacios comunes limpios al término de cada jornada. Tus vecinos agradecerán el gesto y serán más tolerantes con los ruidos y molestias de la obra.
Cuenta con un profesional para una buena coordinación de la obra
Si no quieres quebraderos de cabeza o no tienes tiempo para ocuparte tú de la reforma, contrata los servicios de una empresa especializada.
El “háztelo tu mismo” (DIY) suena muy bien y está muy en boga pero emprender una reforma sin tener conocimientos previos, tanto técnicos como estéticos, no es una buena idea si no se va de la mano de una empresa especializada en interiorismo y arquitectura.
Coordinar los distintos oficios (albañilería, fontanería, electricidad, carpintería, pintura, etc.), y los tiempos en los que cada oficio tiene que empezar y terminar su trabajo es una tarea complicada si no te dedicas profesionalmente a ello. Por eso, te recomendamos que cuentes con el asesoramiento de una empresa especializada en proyectos de reformas e interiorismo.
Ver: Servicio de proyectos y reformas
Un estudio de arquitectura e interiorismo te asesorará sobre la mejor manera de distribuir el espacio según tus necesidades para sacarle el mejor partido, te aconsejará sobre los materiales más adecuados para cada reforma y velará para que los costes, tiempos y calidades se cumplan.
Coméntanos qué te parecen estos consejos y si te son útiles para tus proyectos de reforma integral o parcial de tu vivienda. Si te quedas con dudas, no dejes de consultarnos, estaremos encantados de asesorarte.
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